RESEÑA, 1.280 ALMAS

“1.280 almas” es considerada una de las mejores novelas negras del escritor norteamericano Jim Thompson y se publicó por primera vez en el año 1964.

Nos encontramos en Potts Country un pueblo del sur de Estados Unidos cuya población son unos 1.280 habitantes, y que sirve para dar título al libro. Nick Corey es el sheriff del pueblo y él mismo nos va relatando como es su vida, así poco a poco iremos descubriendo su personalidad por sus acciones, sin entrar mucho en las descripciones que son más bien escasas pero que no se echan en falta pues debido al lenguaje utilizado y lo que va sucediendo te haces una idea de cómo son los personajes y  el pueblo. Además esa falta de descripciones hace que la historia te llegue de un modo más directo, sin adornos ni rodeos, dirigiéndote rápidamente hacia lo que realmente interesa.

La vida de Nick Corey parece más bien aburrida y tranquila, no se mete con nadie, vive y deja vivir, pero ahora que se acercan las elecciones su tranquilidad hace aguas ya que puede peligrar su reelección. Así que está decidido a llevar a cabo un plan para evitar que su vida cambie.

Bajo el aspecto simplón y tranquilo de Nick, se esconde una mente oscura y retorcida que no vacilará en tomar cartas en el asunto si la cuestión le interesa y sin levantar sospechas llevará a cabo su plan por muy descabellado que éste parezca y todo ello sin inmutarse lo más mínimo. Destacable es sin duda como este personaje que puede parecer un don nadie puede llegar a convencer y manejar los hilos para conseguir lo que desea y con el mínimo esfuerzo.

Jim Thompson, a través de las palabras y gracias a su vocabulario un tanto soez, nos muestra un ambiente sórdido donde destaca la  violencia, en una sociedad racista, clasista y un tanto hipócrita; y su fiel reflejo será Nick Corey en quién descubriremos a un hombre de doble rasero, muy interesado y egoísta.

El libro sabe reflejar esa humanidad en su vertiente más negativa y pesimista que tanto le gusta describir a Thompson, valiéndose sobre todo del lenguaje y de las acciones  de este sheriff tan particular, con él que en algunos momentos te echarás unas risas, y en otros te quedarás sin palabras.

A pesar de todo lo antihéroe que es nuestro protagonista y de su falta de escrúpulos el escritor consigue hacer que en algunos momentos sientas cierta simpatía por él, sobre todo al principio de la historia, aunque sea solo algo temporal y efímero.

Con un cierre de libro un tanto extraño y una falta total de valores que se reflejan tanto en el protagonista como a lo largo de todo el libro, la historia consigue que te des cuenta que a veces la realidad se asemeja demasiado a la ficción, o viceversa. Una novela corta que deberás leer si te gustan las historias diferentes y donde los héroes no están invitados sino que te enfrentarás a la simple y cruda realidad.

“No me atrevería a decir que se equivoca, pero tampoco estoy seguro de que diga usted la verdad.” 

“Un abogado de secano: conocía todos los derechos de que podía disfrutar, pero no tenía ni la menor idea de sus deberes.”