RESEÑA, EL SABOR DE LAS PEPITAS DE MANZANA

MAEVA

            “El sabor de las pepitas de manzana” ha sido la primera novela de la escritora alemana Katharina Hagena. Es una novela contemporánea dentro del subgénero de sagas familiares.

“Tras la muerte de Bertha, sus tres hijas –Inga, Harriet y Christa– y su nieta Iris, se reencuentran para leer su testamento. Para sorpresa de todas, Iris es la heredera única de la casa y debe decidir en pocos días qué hacer con ella. Como primer paso, comienza por poner orden en las pertenencias de su abuela.

A medida que va redescubriendo las habitaciones y los rincones del maravilloso jardín que rodea a la casa, Iris reconstruye la historia, tierna y amarga como el sabor de las pepitas de manzana, de tres generaciones de mujeres.”

            Iris se toma uno días para decidir si se queda o no con la casa donde pasaba los veranos con su familia y sobre todo con su carismática prima, la cual se fue demasiado pronto de su lado. A través de los recuerdos de Iris y algunos secretos que dejarán de serlo, vamos conociendo a los componentes de esta familia que, como todas, esconden en su armario algo mas que prendas de vestir. Iris no quiere quedarse con la casa, le trae a la mente recuerdos dolorosos que prefiere olvidar, pero estando allí es imposible que su mente no se empape con ellos. 

Existen muchas maneras de dejar atrás aquello que nos lastra y no nos permite ser felices y avanzar, cada persona lo lleva a su manera, aunque para nosotros sea incomprensible e ilógico. Establecer las barreras para que una muerte, un engaño, la guerra… no nos derrumbe, es costoso y difícil, pero no imposible. Y en ocasiones el mejor modo es recordar y darnos cuenta que hemos sobrevivido y tener siempre presente que no solo hay pepitas amargas en una manzana, sino que también ha habido en nuestra vida momentos maravillosos. Muchas son las heridas y dificultades por las que ha pasado esta familia y nosotros las iremos conociendo poco a poco.   

Hagena tiene un estilo único y perfecto que consigue narrar los hechos de una manera maravillosa. Eso sin duda es innegable, pero que a mi me ha resultado un pelín soporífero. Unos personajes bien perfilados, pudiéndonos hacernos una idea casi perfecta de esta familia y sus peculiaridades, en ocasiones extravagancias, con las que nos consigue sorprender pero que en todo momento me ha faltado algo para engancharme a la historia y desear conocer el desenlace.

            No todo va a ser sufrimientos y malos momentos sino que también habrá un huequito para el amor. Nuestra protagonista comenzará a sentir algo especial por uno de sus vecinos, con el cual comparte muchos recuerdos y el deseo de olvidar alguno de ellos. Esta es la parte que para mí se salva de toda la novela ya que me pareció una relación muy bonita y que se iba desarrollando de una forma especial y mágica.

            Una miríada de temas se tratarán en esta obra, a pesar de lo corta que es. Es de esos libros que nos podrían llevar a pasar un rato entrañable y sufrir con los protagonistas y hacer sus desgracias las nuestras, pero ese es un objetivo que la escritora no ha conseguido conmigo. El desarrollo de la trama se hace de una manera tan sutil, sin profundizar demasiado, que no consigues empatizar con los problemas que se desarrollarán ante nuestros ojos. Y el gran secreto que estás esperando en todo momento, tampoco es que te llegue a impresionar y terminar diciendo: ¡no me lo puedo creer! Eso no va a suceder.

"El sabor de las pepitas de manzana" permaneció durante semanas en las listas de los libros más vendidos en Alemania y Francia y ha sido publicado en numerosos países, yo francamente me pregunto cómo ha sido posible. No diré que es un libro horrible; no es bueno, ni malo, simplemente anodino e insustancial. Lo mejor de todo es que es cortito y llegas pronto al final.