Hoy queremos
compartir una entrevista para acercaros al escritor Juan Manuel Peñate, también
conocido como Ray si soléis visitar su blog Érase una vez.
-¿Cómo te definirías para los que aún no te
conozcan?
Difícil
pregunta esta. Me veo como un niño grande. A mis treinta y tantos, siguen
gustándome los dibujos, los videojuegos, sigo soñando despierto, sin perder la
capacidad de ilusionarme por esas pequeñas cosas que muchos parecen haber
olvidado o dar por sentadas. Puede que por eso congenie más con mis sobrinos
que con el resto de adultos que me rodean.
Soy un adicto
a los libros y al cine, mis dos grandes pasiones. En mis historias siempre
trato de rendir homenaje a ellos de una forma u otra.
-Al igual que numerosos escritores has
optado por la auto publicación para dar a conocer tus historias, ¿qué aspecto
de todo este proceso te ha resultado más laborioso?
Tras la buena
experiencia con mi primer libro “Al otro lado del cristal”, decidí volver a repetir con Círculo Rojo. No es ningún
secreto, muchos autores consagrados han manifestado ya su intención de
autopublicarse después de años encadenados a contratos injustos con editoriales
tradicionales.
El proceso con
la editorial no ha sido muy laborioso, al menos en mi caso. Quizá lo más pesado
sea el después: la promoción, que viene básicamente de uno mismo (yo me lo
guiso, yo me lo como), pregonando cada dos por tres tu libro por las distintas
redes sociales como un pescadero en un mercado de abastos: “¡Pescado fresco,
oiga! ¡Pescado fresco!”.
-Muchos son los que creen en el éxito de
publicitar sus libros en las redes sociales así como en blogs. ¿Qué opinas
respecto a la importancia de estos medios para posicionar una novela en el
mercado?
Para los
autores indies es una herramienta vital. Al ser además bloguero, veo ambos
puntos de vista, entiendo sus motivaciones. El bloguero se beneficia de algo
gratis y en primicia, y el autor por su parte puede llegar a más gente gracias
a una crítica sincera.
Aun así, la
promoción por las redes sociales es algo que no termino de llevar muy bien, a
pesar de ser mi segundo libro, sintiéndome en ocasiones como el típico vendedor
de biblias que va de puerta en puerta dando el coñazo, largando las monsergas
de su dios. (Aprovecho desde aquí para pedir perdón a todos esos autores
compañeros, por si alguna vez se han cansado de mis infatigables post
anunciando alguna reseña, jajaja). Por otro lado, si yo no miro por mi criatura
de papel, nadie lo hará.
Por suerte, y
gracias a los blogs, muchos que me conocieron a través de mi primer libro han
querido repetir la experiencia, quedando debo decir encantados, cosa que me
alegra mucho.
-Numerosos lectores rehúyen de los relatos.
A pesar de ello has publicado dos
recopilatorios. ¿Qué es lo que te incita a remar contra corriente?
Es cierto. Es
un género maldito. Y por eso mismo hay que defenderlo a capa y espada, ya sobre
eso le dedica unas palabras mi querido amigo Manuel Osuna en el prólogo del
libro.
A veces soy un
poco amante de las causas perdidas, y como siempre que escribo libros los
escribo para mí, esas historias que a me gustaría leer, intento enseñar a los
lectores el poder hipnótico de los relatos, el cerrar el libro y suspirar con
ese buen sabor de boca, el que dejan esas fragancias que vienen en frasco
pequeño.
De todas
formas mis relatos no son relatos al uso, no lo digo yo, sino mis lectores. Son
historias medianas tirando a grandes (otras directamente novelas cortas),
intensas, inquietantes, unas agradables, otras crudas. De hecho, algunos que
las han leído luego las han recomendado precisamente a aquellos que nunca han
sido demasiado amantes del género, haciendo especial hincapié en esto.
-Muchos son los géneros en los que te
apoyas para dar forma a tus creaciones, ¿hay alguno con el que te encuentres
más cómodo?
Quizá a medio
camino entre el fantástico y el terror. Una fantasía realista, cercana a lo
cotidiano, y un terror que no da miedo (o al menos no es lo que pretendo en
primera instancia), pero que inquieta, angustia, perturba la tranquilidad del
lector, acelerando su pulso.
-Se acerca Halloween, día de muertos
vivientes y monstruos. Si hay algo con
lo que disfruto muchísimo son con los apocalipsis. ¿Cuál sería para ti un
final de la humanidad perfecto para un
libro?
Como no soy
muy de zombis, ni de dioses arcanos venidos de otros mundos (hasta para esto
voy a contracorriente, jajaja), yo me inclinaría más por un apocalipsis tipo
Mad Max: mundo recalentado y moribundo donde unos pocos tratan de sobrevivir a
los más fuertes, la ley de la selva, escasez de recursos, barbarie,
canibalismo…
Otro
apocalipsis interesante sería uno donde los animales entraran en una especie de
frenesí, de conciencia colectiva, y de un día para otro decidieran llevar a
cabo su venganza tras siglos de esclavitud y carnicería, reclamando su antaño
lugar en el planeta como especie dominante.
-“El
niño pájaro” es tu última obra, en la que la muerte a mi modo de ver, tiene
un peso importante al igual que en tu anterior trabajo “Al otro lado del cristal”. ¿Cuál es el factor o elemento que
destacarías en tus obras y que las define?
Además de la
muerte, la locura, los amores imposibles o lo paranormal, elementos ya comunes
en mis obras, en este segundo libro la figura del narrador tiene bastante peso,
el cuentacuentos, ese ser que se sienta junto a un grupo de oyentes alrededor
de un fuego y, a través de la imaginación, convierte lo intangible en algo
real, mágico, conteniendo el aliento del público con cada pausa o silencio. De
hecho, y a modo de homenaje, rescato a dos célebres autores y los convierto en
personajes de este libro.
Otro de mis
elementos más característicos, tal vez mi sello, es el giro de 180º en algún
momento de la trama, sorprendiendo con algo inesperado que da un nuevo
significado a todo lo conocido hasta el momento. Adentrar al lector en
ambientes bien reconocibles, entornos casi arquetípicos, para, cuando está más
cómodo en su mullido sillón, dejarlo caer al vacío, provocando una sensación de
vértigo al quitar esa red de seguridad.
-Como escritor, supongo que deseas conocer
siempre cuál de tus criaturas es la más valorada por los lectores. Ahora es
nuestro turno, ¿con cuál de todos los relatos de “El niño pájaro” disfrutaste más escribiendo?
Disfruté mucho
con “Club Paradise” y con “La gasolinera”, por las infinitas
posibilidades que ofrecía cada uno, aunque si tengo que mojarme diría que con “El niño pájaro”, que combina elementos
que me fascinan. Yo lo contemplo como algo intermedio entre “Ninja Scroll” (Guerreros insólitos,
demonios, seres sobrenaturales y época de leyenda, viajeros ermitaños,
aventura, sangre, sexo…) y “Frankenstein”
(Criatura incomprendida atrapada en un mundo que no le corresponde, monstruosa
y a la vez ingenua, amante de la belleza en su estado más puro). Un personaje
protagonista que supuso todo un reto al no tener ni un solo diálogo propio, un
ser que ve como todos a su alrededor dan su opinión, su punto de vista, y, sin
pronunciar palabra, consigue transmitir muchas más cosas que el resto.
-En pocas palabras dinos por qué crees que
los lectores deben adentrarse en alguna de tus obras.
Porque cada
una de ellas ofrece distintas experiencias de entretenimiento. Porque no podrán
dormir durante varios días hasta terminar cada relato y, tras cada final,
respirar tranquilos. Adicción, disfrute y personajes inolvidables es lo que
ofrecen mis historias, algo difícil de conseguir diría yo en estos tiempos que
corren.
-Entre uno y otro de tus trabajos ha pasado
un tiempo relativo. ¿Tendremos la suerte de que en breve podamos disfrutar con
nuevas historias tuyas? ¿Tal vez seremos testigos de que algunos de tus futuros
proyectos viaje en solitario en forma de novela?
No lo creo.
Seguiré con los relatos, ampliando este fascinante universo. Como tampoco creo
que saque nada en breve. Recién salido “El niño pájaro”, me temo que los lectores tendrán que esperar un par de añitos
para ver otra nueva creación. Algo negativo por la tardanza, pero positivo por
la calidad del producto final, pues soy muy selectivo y solo llego a escribir aquellas
historias que creo merecen la pena ser escritas.
-Muchas gracias por tu amabilidad y
esperamos que el eco de tus palabras suene por tiempo.
Gracias a ti
por este ratito tan ameno. Un placer y un honor haber pasado por vuestro blog.
Recordad que aún tenéis unos días para apuntaros a nuestro sorteo de "El niño pájaro":
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Gracias por la entrevista, siempre me gusta conocer un poquito más a los autores :-)
ResponderEliminarMe encanta el apocalipsis zoomaniaco que propone el autor, ya me conocéis XD XD
Besos y feliz domingo :-)
Estupenda entrevista! Me ha gustado conocer un poquito más a Ray. Y desde luego recomiendo sus dos libros. Grandes historias hay en ellos.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola! Muy interesante la entrevista, gracias por compartirla.
ResponderEliminarUn saludo!
¡Hola guapa! Me ha encantado la entrevista. Conozco a Juan Manuel gracias a su primer libro, que me fascinó. La verdad es que, leyendo la entrevista, creo que nos hemos llegado a conocer ligeramente.
ResponderEliminarMmm eso de la conciencia de los animales es parecido a lo de la serie Zoo, que empecé a ver porque me encanta Billy Burke, que es un actor que me fascina.
Y bueno, yo soy amante de los libros de relatos. De hecho, tengo favoritos y A través del cristal está entre ellos.
¡Muchos besos!
Me ha encantado conocer más de su autor, yo leí "Al otro lado del cristal" y me encantó. Así que estoy deseando conocer su nuevo libro.
ResponderEliminarBesitos
Es un autor interesante. Siempre me han gustado sus libros.
ResponderEliminarCoincido totalmente con esa manera de Ray de vivir la vida "sin perder la capacidad de ilusionarme por esas pequeñas cosas que muchos parecen haber olvidado o dar por sentadas" :D
ResponderEliminarSoy muy fan de las entrevistas a escritores, así que ¡gracias por el post!
¡Un beso!
hola,
ResponderEliminargracias por la entrevista, no conocia al autor y gracias a ti me lo apunto
besitos