PLANETA DE LIBROS |
“La tierra que pisamos” una ucronía
publicada en 2016, segunda novela del escritor Jesús Carrasco, después del
éxito logrado con su ópera prima “Intemperie”.
La novela nos
sitúa en España a principios del siglo XX, España ha sido anexionada a un gran
imperio que va desde Rusia hasta una parte de África. En un pueblo de Extremadura,
a los altos mandos del ejército jubilados, se les ha concedido casa y terreno
para agradecer su labor. En una de esas casas vive Eva Holman junto a su marido
Iosif que está enfermo.
La señora
Holman ha vivido alejada de todo y de todos, sin tener relación con nadie del
pueblo, odiando a su marido, a la guerra que se llevó a su hijo, y desencantada
de la vida, dejándose llevar sin mostrar visos de tomar decisión alguna.
Hasta que una
tarde un extraño se acerca a su propiedad, siente miedo pero al mismo tiempo
curiosidad, le observa desde lejos sin saber como actuar ni que hacer ante ese
nuevo cambio que ha surgido en su vida.
Eva será la
que nos cuente lo que sucede, cómo sucede y nos va dirigiendo hacia el final
del camino, a través de sus notas en ese diario que escribe.
Es extraña la
relación que surge entre la narradora y el “visitante” que llega a la casa de
ella, como poco a poco parece que se rompen las barreras pero todo es una
ilusión porque es difícil salvar el escollo de esa distancia que impone haber
vivido en el otro lado.
A veces
confusa y en otros momentos un tanto imprecisa, es una lectura que impacta, no
apta para cualquier tipo de lector. Narrada de forma diferente y con saltos en
el tiempo, provoca desazón en el lector, desasosiego y cierta incertidumbre.
Nos deja un poso de tristeza y amargura por ese destino truncado de muchas
personas en época de conflictos, y como siempre los que ostentan el poder, se
muestran ajenos a las desgracias que provocan y sin pensar más que en ellos
mismos.
Con un final
que mantiene ese malestar, y esos últimos capítulos narrados con bastante
crudeza dejan en el lector una sensación de pérdida importante.
Los personajes
apenas evolucionan, tal vez sea porque no pueden, o porque después de todo lo
que sucede ya no tienen fuerzas, se dejan llevar por las circunstancias, y ya
no les importa lo que el futuro les depare. He sentido que también se nota esa
barrera entre el lector y los personajes, no te llegas a implicar realmente a
pesar de todo el sentimiento que provoca, no sé ha sido una sensación extraña.
Eva logrará
atisbar esa otra parte de la verdad gracias al contacto con ese joven que llega
a su jardín pero quizás ya sea demasiado tarde y no haya nada que pueda hacer
para descargar su conciencia. Nos invita a abrir los ojos, a mirar a nuestro
alrededor y a no pasar frente a las injusticias como si no fueran con nosotros,
porque no es cierto, siempre habrá algo que se pueda hacer, aunque pensemos que
sea una nimiedad.
Una lectura
diferente, situada en un ambiente rural relatando vidas rotas que dejan a su
paso los conflictos.
“La
tierra que pisamos” una novela que nos presenta una realidad
desgarradora, narrada de forma poco convencional y huyendo de las medias
tintas.
“Tiene
las manos hundidas en el bancal. Sus brazos, con la camisa remangada, parecen
sarmientos, y su cuello, el tronco viejo y rugoso de una vid.”
“Siento que cada anotación es el pilar de un
puente derruido y, sin intuir siquiera el alcance de mi acto, tomo la pluma
para tratar de reconstruir ese puente.”
“Mi
imaginación, más fuerte que mi voluntad, vacía mi mente de pensamientos
cabales. Me arranca del presente y no soy capaz de pararla.”
“El
miedo es un tornillo sin fin que, alimentado por un viento incesante, ha
extraído de él las ideas, los sentidos y hasta las percepciones.”
Me lo apunto. NO lo conocía.
ResponderEliminarBesotes
Lo leí hace tiempo en el club de lectura y me gustó. Me pareció original y diferente. Besinos.
ResponderEliminarPues no sé la verdad es que si te deja un poso de amargura, no es el momento para mí.
ResponderEliminarUn besazo
Hola, Lecturina:
ResponderEliminarQué bien verte por aquí :-)
La verdad es que no creo que sea un libro para mí, esa amargura y esa crudeza... no me veo con él, al menos ahora mismo.
Un besazo ;-)
Hola.
ResponderEliminarHabía leído varias críticas de este libro ya y me han gustado, si no fuera porque tengo mil lecturas pendientes, estaría leyéndolo.
Besos, y gracias por la reseña.
Hola,
ResponderEliminarConfieso que no lo conocía, pero me has dejado intrigada, parece una de esas lecturas que "tocan". Lo anotaré, muchas gracias por la reseña.
Besos.
Hola! No conocía el libro pero lo cierto es que las ucronías no van mucho conmigo así que lo dejo pasar. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Pues para mí fue una de las grandes decepciones, después de llevarme un "sorpresón" con Intemperie reconozco que no me llegó, es cierto que te deja ese poso de desasosiego pero estuve perdido y en determinados momentos anduve perdido.
ResponderEliminarUn saludo