RESEÑA, LA IRA DE LOS ÁNGELES

        Alden Bell es el seudónimo utilizado por el autor de EEUU, Joshua Gaylord, para firmar sus novelas de terror. “La ira de los ángeles" ha sido su primera novela publicada.

         A esta novela es la segunda vez que me acerco a ella. La primera la dejé por imposible, puro aburrimiento. Esta segunda ya os puedo decir que la terminé (tenía curiosidad por descubrir el final) pero a duras penas. Le quise dar una oportunidad porque en verdad el autor tiene una manera maravillosa de narrar y la idea es original y diferente a lo que sueles encontrarte en  zombieland. Tenía que leerlo como comprenderéis.

    Así que, he logrado completar el Reto de Libros Rescatados propuesto por Nitocris. Estaba casi convencida de que leer un libro que en su día no me gustó, no lo iba a lograr. ¡Qué cosas!

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"Nacida una década después de la aparición de los primeros zombis, en un mundo donde la civilización apenas sobrevive en enclaves dispersos, Temple ha pasado sus escasos quince años de vida entre esas criaturas; sabe cómo evitarlas y, en caso de que acaben cruzándose en su camino, sabe también cómo matarlas. Pero una noche se ve obligada a huir."

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        Han pasado unos veinticinco años desde que los zombies comenzaron a destruir el mundo tal cual lo conocemos. Existen personas, los más jóvenes, que no conocen otra sociedad que esa, estar escondido y protegerse de los muertos andantes. Temple es una de ellas.

        Parte de una idea original y diferente, es lo que me llamó en un principio la atención, conocer ese nuevo mundo formado tras la destrucción;  pero termina por convertirse en un sinsentido. Tal vez lo más llamativo sea esa manera tan filosófica y cuidadosa con la que piensa y vive la protagonista: una joven que no ha tenido estudios y que se ha criado aislada durante su corta vida. Es poco creíble o al menos para mi.

        Hay situaciones que no terminaban de tener una lógica. Diferentes estrategias de reinventarse y de continuar la vida en ese nuevo mundo que tienen que compartir con seres irracionales (que no buscan más que comida para sobrevivir) situaciones que eran demasiado idílicas y por lo tanto, inverosímiles. ¡Es el fin del mundo, por Dios! ¿Cómo vas a estar más de veinte años sin salir de una mansión como si no pasara nada? Ya os digo yo…

        A parte de la presentación de este nuevo mundo tenemos la persecución, una que hace aguas por todas partes. Te exaspera la tozudez y la saña con la que el hombre persigue a la protagonista. Sentía que no tenía razón de ser tanto deseo de matarla.

       Uno de los aspectos que más te llaman la atención y de manera positiva es esa sutileza en las descripciones y el modo detallado que lleva a cabo el autor para hablarte de las emociones de los personajes, de sus miedos y todo aquello que se les pasa por la cabeza. Pero… esa característica tan especial se repite durante toda la novela lo que termina siendo cargante y pesada. En especial lo de minuciosa.

       Otra parte con la que disfruté es que en ocasiones Temple se pierde en sus recuerdos y de retazo en retazo vamos componiendo el pasado de esta joven que se crió prácticamente sola. Hay momentos de su vida que son como losas, sentimientos de derrota que no es capaz de dejarlos ir y gracias a esas miradas al pasado va componiendo una vida muy dura. Estás con la intriga de porqué lleva consigo tanta tristeza.

        La he leído entera, aunque reconozco que hacia la mitad del libro estuve por dejarla de nuevo de lado por puro aburrimiento pero le di una oportunidad, eso sí, saltándome alguna que otra página. (Supongo que este puede ser el comodín del que hablaba Nitocris). No quería quedarme de nuevo sin descubrir el final. Uno que me dejó bastante disconforme. Pero bueno, nada nuevo de todos modos; como el resto del libro.