Según Joy Fielding, todo es una posible escena de un libro, y cada persona es un
personaje en potencia. Otras veces, saca la inspiración de titulares de
periódicos, de vivencias personales de gente que conoce o, incluso, de ella
misma: «Uso todo lo que puedo y nada es sagrado».
Imaginaros
si un día vais a hacer la compra, y sin previo aviso, sois incapaces de
recordar vuestro nombre, edad o domicilio. Pues eso es exactamente lo que le
pasa a Jane Whittaker, que entra en una tienda para comprar leche y huevos, y se
olvida de quién es. Jane, comienza a deambular sola por las calles de Boston,
con la parte delantera de su vestido completamente manchada de sangre, diez mil
dólares en sus bolsillos y sin la más remota idea acerca de su propia
identidad.
Impresiona ¿verdad?,
pues esto sólo es el principio, el resto es todavía más angustioso. Fielding
tiene una gran capacidad para plasmar la mentalidad de mujeres que se ven
amenazadas, incluso por personas de su entorno más cercano, contribuye sin duda
a crear un ambiente de tensión que te atrapará hasta la última página. Si deseas
pasar un rato realmente agobiante, abre este libro, e irónicamente seguro que lo disfrutas.
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