“No sabemos nada de la muerte”, decía Álvaro Mutis, “es inútil hablar de ella, pero es bueno invocarla para mantenerla controlada”. En la tarde del domingo, el escritor y poeta colombiano se enfrentó al fin con ese enigma. Mutis, de 90 años, falleció tras sufrir un problema cardiorrespiratorio en Ciudad de México, capital del país donde residía desde 1956. El creador de la saga novelesca de Maqroll el Gaviero, premio Cervantes en 2001, estaba hospitalizado desde el pasado día 16, según confirmó su esposa, Carmen Miracle.
El mundo de
las letras en español despidió a Mutis como uno de los grandes poetas
hispanohablantes, también cuando escribía en prosa.
Su
protagonista, Maqroll, su alter ego, es un solitario viajero
errante, que entre puertos y hoteles de mala muerte, sobrevive, como en el
eterno vaivén de un viejo barco, entre lo efímero y la plenitud pasada.
Nacido en
Bogotá en 1923, de padre diplomático, Mutis cursó sus primeros estudios en
internados de París y Bruselas. Tras la muerte de su padre, regresó a Colombia
donde dejó el bachillerato por la poesía y el billar. Comenzó a trabajar en una
radio y en varias multinacionales, lo que le supuso viajar sin cesar.
Mutis empezó a
escribir, desde muy joven, versos de los que apenas ha quedado una línea: “Un dios olvidado mira crecer la hierba”.
No se decidía a publicarlos y fue el crítico Casimiro Eiger quien le animó. “Alvarito, deje de guardar cosas en los
cajones, que ahí se pudren. O se queman, o se publican”. Con ese impulsó,
en 1948 vio la luz “La
Balanza ”, su primer libro de poemas. Y, siguiendo
el consejo al pie de la letra, en su vida destinó al fuego algunos manuscritos.
Así arrancaba una carrera por momentos prolífica, por momentos silenciosa,
porque escribir era para él un hecho natural, no un deber, “algo que ocurre y
deja de ocurrir”.
En 1956 se
estableció en México. Tres años más tarde fue encarcelado 15 meses en el
Palacio Negro de Lecumberri, acusado de malversación de fondos en la petrolera
Esso. Su estancia en prisión, que recogería en “El diario de Lecumberri “(1960),
cambiaría su vida, hasta el punto de que sin aquella experiencia ni sus novelas
de Maqroll ni su poesía posterior hubieran existido. “En la cárcel”, decía,
“estamos ante la verdad absoluta. La recuerdo como una gran lección”.
En 1986
publicó su primera novela de la serie, “La nieve del Almirante”, a
la que seguirían “Ilona llega con la lluvia” y “La
última escala del Tramp Steamer”. Desde entonces, los premios literarios se
sucedieron. En 1997 recibió el Príncipe de Asturias y en 2001 el Cervantes. Dos
años después fue designado miembro de la Legión de Honor con grado de oficial, la más alta
distinción que otorga el Gobierno francés.
Marinero
existencial, Mutis llevaba años en un apacible retiro. En los últimos tiempos
se sentía enfermo y más de una vez declinó amablemente los intentos de este
periódico por entrevistarle. Bogotano de nacimiento, llevaba en el corazón la
tierra de Tolima, patria fundacional de su obra. En la finca Coello de su
abuelo materno vivió de niño momentos tan felices que decía que se sentiría
estafado si, invitado al Paraíso, no encontrara allí el olor a naranjas y el
ruido de los dos ríos que cruzaban aquella hacienda en medio de los cafetales.
Fuente El país
Hola bloger@s y nosololeo, si es que a veces con las propias vidas de los escritores se puede escribir una historia, vidas llenas de aventuras y de emociones. Muy interesante y también su obra.
ResponderEliminarHasta una próxima visita.