RESEÑA, EXPEDIENTE 64

EDICIONES MAEVA

            De nuevo vengo con una entrega de la serie de Jussi Adler Olsen protagonizada por el increíble, aunque vago, inspector Carl Mørk, dedicado a desempolvar casos sin resolver, junto con sus singulares ayudantes, Rose y Assad.

 

 Las novelas de la serie, reseñadas aquí en No Solo Leo, son los siguientes:

 

"La mujer que arañaba las paredes"

"Los chicos que cayeron en la trampa"

"El mensaje que llegó en la botella"

"Expediente 64"

"El efecto Marcus"

"Sin límites" 

"Selfies"

"La víctima 2117"

"Cloruro de sodio"

            Supongo que aquellos que no se hayan adentrado en los anteriores casos de Carl puedan seguir sin problemas la trama de esta nueva investigación pero yo sin duda recomiendo leerlos por orden, para poder conocer a sus personajes y de este modo disfrutar más de la lectura. En esta última novela de la saga, Jussi nos descubre nuevos datos de los personajes secundarios creando cierta incertidumbre y por supuesto, ganas de seguir con nuevas historias sobre ellos.

            Las malas noticias nunca vienen solas y no se les puede hincar el diente así sin más, antes del cigarrillo de la mañana. Él no desea adentrarse en el pasado y menos cuando hace unos segundos una mujer le había llamado cariño mío, pero un nuevo caso ha despertado su interés. El expediente declara que se suicidó, pero en los ojos de esa mujer que le mira desde la foto, arde la obstinación y las ganas de luchar; ya no hay nada que hacer, su cabeza comienza a darle vueltas al caso; un fastidio, iba a tener más trabajo del que convenía.

            En un intento por descubrir que le sucedió a Hete, la mujer que le mira desafiante desde la foto, sacará a la luz la historia de una isla de la que el escritor oyó hablar siendo niño y conmovido por la tremenda injusticia cometida, ha querido incluirla en su novela para desvelar los errores del pasado. Porque la isla de Sprogø albergó un sanatorio, lo que en realidad era una cárcel para mujeres y sus hijos indeseados. Muchas de ellas fueron encerradas en la isla durante años, sometidas a torturas disfrazadas de terapia y maltratos por parte del personal. En la mayoría de los casos, para salir de allí con vida, era necesario someterse a una esterilización forzada. A través del pasado de Hete seremos testigos de primera de todas las vilezas que padecieron estas luchadoras a las que todo el mundo ha olvidado, así como de su impotencia e indefensión.

            Pero como dije anteriormente las desgracias nunca vienen solas y serán tres las incógnitas a las que Carl tendrá que hacerles frente; tres casos, y un fastidioso catarro que no le deja respirar.

Las investigaciones secundarias estarán relacionadas con la vida de nuestro magnífico investigador. Por un lado, se descubren nuevas pruebas en el caso que le deportó al sótano, dejó a un compañero en una cama y mató a otro. Parecen querer involucrar a nuestro investigador estrella. El otro caso se remonta incluso más en su pasado, a cuando él era joven y alguien cercano a él murió, sentando las bases, a mi modo de ver, para la siguiente novela.

De manera magistral, como solo Jussi  sabe hacerlo, va intercalando  la dureza de la vida de Hete en el pasado, con las investigaciones e ironías de Carl en el presente. Momentos realmente duros basados en hechos reales, demostrando una vez más hasta donde pueden llegar las vilezas humanas, que en mí despertaron muchísima rabia por el destino de cientos de mujeres desamparadas, y compartiendo con uno de los personajes la idea de que la venganza es un plato exquisito y hay determinadas personas que deben morir. Una novela que tenéis que leer, porque sin duda la disfrutaréis. Aquellos amantes del thriller y de la novela negra no pueden dejar de conocer a Carl y a sus peculiares ayudantes.