De nuevo os traigo dos novelas cortas que en este caso hablan sobre las librerías, esos lugares que a nosotros, los lectores, nos gustan tanto.
La primera “La librería ambulante”, la leí para completar el Reto Serendipia recomienda, aportado por el blog Cuentos vagabundos.
LA LIBRERÍA AMBULANTE
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Prepárese para entrar en un mundo único y lleno de encanto, donde el tiempo se ha detenido: estamos en la segunda década del siglo XX, en unos Estados Unidos todavía rurales y de paisajes idílicos, donde conviven los viejos carromatos y los novísimos automóviles; Roger Mifflin, un librero ambulante que desea regresar a Brooklyn para redactar sus memorias, vende su singular librería sobre ruedas (junto a su yegua y su perro) a la ya madura señorita Helen McGill, quien decide, harta de la monotonía de su vida, lanzarse a la aventura y recorrer mundo.
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Durante sus 184 páginas, nos expone una historia sencilla, agradable de leer que emana de entre sus palabras el amor por la literatura, el valor que tienen los libros y la cultura en general.
Nos introduce de buena manera en una parte de la historia de su época en relación a la palabra escrita y lo difícil que era que llegara hasta los ciudadanos más humildes, pero yo sin duda me quedo con esa otra parte en la que describe a esa mujer anclada a las tareas domésticas ―porque es lo que se espera de ella― pero que desea algo más y que con decisión y coraje se toma unas vacaciones de su aburrida vida y se va a vivir una gran aventura que cambiará su vida para siempre.
Es un libro de aventuras, suave e interesante con un toque de humor especial que aderezado con la agilidad y sencillez en su redacción te llevará hasta la última página sin contratiempos y te dejará con una buena sensación; con ganas, tal vez, de seguir descubriendo las peripecias de esta pareja en la siguiente entrega: La librería encantada.
“Todas las grandes cosas de la vida fueron hechas por gente que no estaba conforme.”
LA LIBRERÍA
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Lo curioso de esta historia es que, a pesar de su título, en vez de una librería Florence podría haber montado cualquier otro negocio, porque aquí lo importante no son los libros sino el poder.
Lo que refleja el desarrollo de la trama es como algunas personas que tienen los medios para ello, con tal de salirse con la suya, son capaces de todo sin importar las consecuencias para los ciudadanos de a pie, acabando con sus sueños y su futuro.
Creo que esta historia tiene de todo pero se queda en nada. En muy poco tiempo quiso abarcar demasiados temas, hasta un fantasma se cuela entre las páginas pero yo sentía que muy bien no encontraba el rumbo de la trama ni la intención de las idas y venidas de esta mujer hasta que es hacia el final que se empezó a resolver este dilema. A pesar de que me encontré con un final acorde con la historia y apropiado, en general este relato no me dijo mucho; si hubiera sido más largo lo más seguro es que lo hubiera abandonado.
El primero me llama mucho la atención. Lo anoto. Un beso.
ResponderEliminarHe leído el segundo y coincido con tu opinión. EL primero me lo llevo apuntado.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Nosololeo, he leído los dos... el de Penélope hace más tiempo... y me gustarón... quizá el de Penélope menos... no sé...
ResponderEliminarPor cierto, que me resulta curioso que digas que son relatos cuando ambos tienen más de 170 páginas... Yo más bien los consideraría novelas cortas...
Un besazo
Hola, si tal vez tengas razón y no lo he utilizado correctamente. Al ser tan cortos... Tomo nota
EliminarHola, me gustan mucho los libros que hablan de libros y librerías, de Christopher Morley he leído La librería encantada, pero el que traes hoy no. Lo tengo en pendiente. Besos.
ResponderEliminarEl primero es fantástico y muy recomendable siempre, y La librería me gustó mucho la película de Coixet pero no he leído todavía el libro. Besos
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