¿A dónde van
las cosas que se pierden? Cecilia Ahern nos da su propia versión de lo que
sucede, con todo aquello que no somos capaces de encontrar. Porque según ella “no van a ninguna parte. Siempre están ahí
donde los dejamos o los olvidamos. Lo que sucede es que nos los buscamos en el
sitio correcto.”
Yo no conozco
a nadie que tenga tantos calcetines desemparejados como yo. ¿Se los comerá la
lavadora? Los voy guardando en el armario con la esperanza de que tarde o
temprano aparezcan, cosa que casi nunca sucede. A Sandy le sucede lo mismo, es
realmente desesperante encontrarse en esa situación, porque no hay nada más
inútil que un calcetín sin su pareja. Desde que su compañera de escuela
desapareció cuando ambas tenían diez años, Sandy Shortt ha estado obsesionada
con encontrar objetos y personas. Jenny May se había llevado consigo un buen
pedazo de ella. Ahora, ya adulta, ha transformado su obsesión en su trabajo: ha
montado una agencia dedicada a buscar personas desaparecidas.
Es la
sensación de saber que falta algo en su vida y que es incapaz de encontrarlo
por más que se empeñe en buscarlo, lo que le obsesiona, y no hay persona que se
esfuerce más que ella, ya que ha dedicado toda su vida a la búsqueda. Su mayor
miedo es perderse ella misma. Y es eso exactamente lo que le sucede.
Sandy se
dedica a buscar personas desaparecidas, pero a medida que se desarrolla la
historia vemos también que la búsqueda es de ella misma. En ocasiones es
necesaria una fuerza externa para que las personas se enfrenten a sus miedos y
se vean como son ellas mismas. Porque solo cambiaremos cuando así realmente lo
deseemos.
En ocasiones
se pierden otras cosas más importantes que unos simples calcetines. Cada día olvidamos
un sinfín de recuerdos de olores, sonidos, rostros, experiencias. ¿Todas ellas
se van para siempre o permanecen en algún lugar?. Tal vez si lo hay.
Una vez más,
un libro hace alusión a la maravillosa obra de Lyman Frank Baum; al igual que
Dorothy, Sandy desea encontrar el camino a casa después de haber aparecido en
un mundo extraño. Dorothy lo consigue después de decir tres veces la frase “There's no place like Here”, que en
castellano ha sido traducida “no hay
lugar como el hogar” pero que si lo traducimos literalmente es “no hay lugar como aquí”. ¿Os suena? Tendréis
que leer el libro para saber cual es el método utilizado por Sandy para volver
a casa, o si realmente vuelve.
Casi todas las
críticas que he leído sobre este libro son positivas. Yo también me dejo llevar
en ocasiones por las opiniones que leo. Así que ciertamente, podemos pensar que
es una apuesta casi segura. Para mí lo ha sido.
Es una novela
tierna, con ciertos tintes de ciencia ficción ¡o no! Tal vez la única pega que
yo le veo, que es un tanto predecible. Y cierta cháchara sobrante sobre si nos
perdemos, o no, porqué lo hacemos y que es lo que necesita nuestra alma para
regresar o para volver a perderse. Un lío vamos
En ocasiones
te desesperas con Sandy; te duele su desapego hacia todos las personas que le
quieren incluso su crueldad; pero a medida que la vamos conociendo, vemos los
problemas que no le dejan ser ella misma y su lucha por conseguirlo. En el
libro no solo se plantea la incógnita de que sucede en ese lugar llamado Aquí, sino
también que pasará con la propia vida de Sandy y sus sentimientos.
En
rasgos generales es un relato que te engancha, que consigue que te pierdas
entre sus palabras hasta llegar al final de las mismas. Yo la leí casi de un
tirón y si os decidís, espero que como a mí, os haga disfrutar.
Parece muy interesante, gracias por el comentario. Lo uniré a mis pendientes jeje
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