Esta novela de hoy da el pistoletazo de salida a la Trilogía Bill Hodges:
Mr. Mercedes
Quien pierde gana
Fin de guardia
Holly ( fuera de la trilogía)
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Justo antes del amanecer, en una decadente ciudad americana, cientos de parados esperan la apertura de la oficina de empleo para reclamar uno de los mil puestos de trabajo que se han anunciado. Han hecho cola durante toda la noche.
De pronto, invisible hasta que lo tienen prácticamente encima, un Mercedes surge de la fría niebla de la madrugada. Su conductor atropella y aplasta a todos los que encuentra a su alcance. Acto seguido, el coche da marcha atrás y vuelve a arremeter contra ellos. El asesino huye dejando atrás ocho muertos y quince heridos.
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Hacía mucho tiempo que no me acercaba a ninguna de las obras de este gran escritor; hace no mucho que se publicó Holly y todo el mundo hablaba de ella por lo que me encontré con el dilema de ¿cómo iba a leerlo sin conocer el resto? Que sí, que es cierto que no forma parte de la trilogía, pero comparten personajes, al menos uno; así qué, no me quedó de otra.
Por un lado tenemos a Bill Hodges, un policía jubilado que sigue obsesionado con un caso sin resolver y de pronto recibe una carta anónima de alguien que se declara culpable de la masacre.
También está su alter ego Brady Hartsfield, apodado Mr. Mercedes por cómo sucede el asesinato de todas esas personas. No quiere que lo pillen porque tiene un trabajo pendiente: el expoli gordo, G. William Hodges. Nunca ha tenido amigos ni ha estado con ninguna chica.
Desde los inicios se perfilan a la perfección, los caracteres, intenciones y vidas de los personajes ―en este terreno King se maneja como nadie― lo que nos ayuda a introducirnos con comodidad en la historia. En el desarrollo de la trama se va alternando de una perspectiva a otra, desde Bill y su deseo por detenerlo y la de Brady y todo su cúmulo de desequilibrios mentales.
En especial, por este modo de desarrollar la historia y por otros detalles, he sentido una similitud inaudita con una novela que hace poco tuvo bastante éxito; estoy hablando ni más ni menos que de “Esperando el diluvio” de Mercedes Redondo, demasiados puntos en común para ser novedoso; lo digo en detrimento de Redondo, por supuesto.
Estoy acostumbrada a que con Stephen king, cualquier cosa es posible y en todo momento estaba esperando ese golpe que me dejara con cara de boba y diciendo: ¡no es posible! Por supuesto que tiene ciertos giros argumentales muy propios de él, poco le importa la comodidad del lector aunque, en esta ocasión se contuvo. Es por esa falta que siento que estuve toda la historia esperando algo que nunca llegó, con algunas situaciones un tanto predecibles en especial el final; aunque tal vez fuera porque sabía que era trilogía, es decir, hay otras dos entregas con el mismo personaje. Y no es que haya hecho spoiler, tampoco hay que ser muy listo para darse cuenta de ello.
Hay bastantes posibilidades de que lea el resto de las entregas, no deja de ser una obra de King, lleva su marca, está muy bien escrito pero no diría que es de las mejores novelas de intriga que haya leído. A pesar de esos puntos desfavorables engancha, te distrae y se disfruta; no se puede pedir mucho más.
No he leído nada de KIng; y de momento no creo que lo haga. Un beso.
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